Nací en Chile en 1945. Me crié en una familia de profesores de universidad en Santiago. No se me dieron muy buen los estudios; quizás porque siempre, antes y ahora me he dedicado más a cultivar mi cuerpo que mi mente. A los 17 años empecé a trabajar como mozo. Y a los 20 ya era miembro del sindicato. No era buen líder; aunque siempre he intervenido activamente en la logística: vaya, que ellos discutían sobre cómo actuar y yo lo ejecutaba. Podríamos decir que era feliz. La dictadura terminó con todo eso y acabé en un calabozo durante 40 días antes de trasladarnos "al campo", donde íbamos a ser torturados.
Allí conocí a Greel, con el que me encontraba siempre por la noche. Cuando salía de la morgue del subterráneo (pensé que era mal médico pues la mayoría de los que entraban allí terminaban en una caja de pino, qué ironía!!). Me gané su amistad, o quizás él la mía. Hasta que me abrazó. Entonces todo cambió para mí.
Ambos amigos, ambos vampiros brujah. Greel y yo marchamos de aquel lugar (cualquier hombre habría escapado, pero siendo vampiro salir del "campo" matando a 30 guardias no fue para nada complicado).
Nos fuimos a Méjico. Allí Greel tenía cierto asunto pendiente. Yo lo ayudé pues no tenía nada mejor que hacer y quería aprender cuanto más pudiera de mis capacidades. Nos dedicamos a luchar contra un grupo muy especial que se dedicaba al narcotráfico. La familia de los Juarez, con lacayos incluidos; vampiros todos. Estuvimos 5 años en CdMéjico hasta terminar con Luiz Juárez, el último vampiro Lasombra de la ciudad.
Tijuana fue el siguiente destino: la sangre de veinte añera ocupo gran parte del tiempo pero es imperativo cometer excesos durante las vacaciones. Aunque deseo no haber ido nunca allí: fuimos atacados por un vampiro descomunal. Zhukov era su nombre. Lo dijo antes de matar a Greel y dejarme malherido (no tengo ni la más remota idea de como lo hice, pero sobreviví). Huí hacia Argentina donde me recuperé. Entonces juré que algún día encontraría a Zhukov y lo mataría, por muy poderoso que sea su clan..
Viajé a Europa. Allí hay más vampiros y sobretodo más alcantarillas. No sabéis lo difícil que es ocultarse del sol en medio del la Pampa.
Estuve en Moldavia. Allí encontré a un grupo de vampiros que me enseñaron mucho de nuestra historia y nuestras costumbres a cambio de solucionar cierto problemilla suyo acerca de una plaga de “hombres-chucho”. Fue curioso encontrarme un día con Zoneth y Nicole, dos humanos a los que estaban a punto de quemar vivos por vampirismo. Curioso que fuera precisamente un vampiro el que les salvara la vida. Eso demuestra que el mundo es un caos y eso me gusta.
Estalló guerra en los Balcanes, y yo estaba harto de los riscos y los puentes colgantes. Me lo pasé en grande. No importaba si era hombres, mujeres, niñas, viejos, perros, embarazadas...... simplemente bebía. Simplemente me divertía como había hecho en Tijuana hasta encontrar a Zhukov. Pero tranquilo pensaba, cuando esté preparado volveré y te cortaré la cabeza.
Terminada la guerra París se convirtió en mi hogar. Bueno, hogar yo no tenía, pero se ve que los años matando Sabbat pasaron de boca en boca entre los vampiros y a menudo alguno me ofrecía su morada para pasar el día. Algunas veces era generosidad de verdad, otras era una trampa de algún vampiro con poco amor a la no-vida, y las muchas otras alguien que quería que me encargara de otro alguien. No me importaba y ni siquiera quería conocer la razón, los mataba y listos: "Adiós mu buenas". Allí conocí a Akira, un (esa raza noble). Buen tío. Hablaba directo y actuaba recto al objetivo; aunque por motivos que no vienen al caso tenía que permanecer "limpio" ante el príncipe de la ciudad. Nos aliamos: yo liquidaba y él ayudaba a que la gente y sobretodo los vampiros oyeran de mi.
El invierno pasado estuve en Finlandia. 6 meses de noche. Ningún rascacielos. Un poco de frío eso si. Sin incendios. Sin poderes establecidos. Sólo la nieve, la oscuridad y yo (y a veces alguna excursión familiar en busca de la casa de Santa Claus). Descubrí que me gustan las rubias.
El mes pasado volví a París. Smith, un hombre aliado mío me dijo algo interesante. Hay rumores que un alguien llamado Zhukov se encuentra en Barcelona.
Estoy preparado. Estoy armado. Soy violento. Tengo la intención de pasar una temporada aquí en esta ciudad. Haré lo mismo de siempre: "recados" yo los llamo. Tengo ganas de encontrarme con él. Pero no hay prisa, seguro que sabe que le busco, seguro que me teme (debería hacerlo), ya le encontraré, y entonces cobraré mi venganza.