Cae una noche más en Barcelona. Una figura intenta pasar desapercibida danzando entre sombra y sombra que los edificios le proporcionan...Huye de la mirada de los curiosos y finalmente consigue infiltrarse sin ser visto en su objetivo...
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...Había conseguido pasar el túnel que ahora ya se ensanchaba. Ninguna luz iluminaba el camino, pero sus ojos le permitían ver más allá de la oscuridad y proseguía su camino con total seguridad. Unos pasos más y ya empezaba a sentir un olor nauseabundo que provenía de más adelante. Ahora sin embargo sus ojos se posaban en una pintada que había en uno de los laterales del corredor; la miraba con rabia y odio, y con ese sentimiento de furia arremetió con sus propias manos un zarpazo a esa pintada, dañando críticamente la precaria pared rocosa del túnel.
Una vez desfogado esos sentimientos, siguió su camino hacia delante. Estaba más cerca...a sus pies yacían algunos restos putrefactos...pero por ahora los ignoraría...El camino ya había llegado a su fin y tras el último arco se encontraba una gran sala. La mayor parte del olor provenía de aquel hediondo agujero pues a todos lados estaba rodeado de basura. Se arrodilló en el centro de la sala y tocó sutilmente la tierra que cubría el suelo; aún estaba mezclada con cenizas. En aquel momento una lágrima de sangre brotó de uno de sus ojos y corrió por su mejilla hasta finalmente caer al suelo. Se alzó y secó sus ojos.
Mortiis había vuelto.
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...Había conseguido pasar el túnel que ahora ya se ensanchaba. Ninguna luz iluminaba el camino, pero sus ojos le permitían ver más allá de la oscuridad y proseguía su camino con total seguridad. Unos pasos más y ya empezaba a sentir un olor nauseabundo que provenía de más adelante. Ahora sin embargo sus ojos se posaban en una pintada que había en uno de los laterales del corredor; la miraba con rabia y odio, y con ese sentimiento de furia arremetió con sus propias manos un zarpazo a esa pintada, dañando críticamente la precaria pared rocosa del túnel.
Una vez desfogado esos sentimientos, siguió su camino hacia delante. Estaba más cerca...a sus pies yacían algunos restos putrefactos...pero por ahora los ignoraría...El camino ya había llegado a su fin y tras el último arco se encontraba una gran sala. La mayor parte del olor provenía de aquel hediondo agujero pues a todos lados estaba rodeado de basura. Se arrodilló en el centro de la sala y tocó sutilmente la tierra que cubría el suelo; aún estaba mezclada con cenizas. En aquel momento una lágrima de sangre brotó de uno de sus ojos y corrió por su mejilla hasta finalmente caer al suelo. Se alzó y secó sus ojos.
Mortiis había vuelto.
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