jueves, octubre 18, 2007

Una escapada a Arkham



Antes de ponerme a poner algunas fotos de las vacaciones con Sashia en Marrakech desvelaré el destino de nuestra pequeña escapada en el pasado puente del Pilar.
Por circunstancias del destino difíciles de explicar ahora mismo, Sashia y yo nos aventuramos junto con otros cuatro valientes en las calles de Arkham. Yo pensaba que era una pequeña ciudad que no atraía a mucha más gente que a tipos como nosotros, pero estaba equivocado. A todas horas, Arkham estaba a rebosar de gente, algunos incluso con extraños atuendos. Y nada más lejos de mi idea de una ciudad pequeña; era toda una compleja metrópolis. Para que os hagáis a la idea de su complejidad os dejo un mapa de la ciudad.

Las pocas noches que estuvimos allí nos sirvió para darnos cuenta de lo inusual del comportamiento de los habitantes de Arkham. Una de las cosas que más nos llamó la atención era que tras caer la noche, se reunían en pequeños grupos en grutas pobremente iluminadas. Al principio barajábamos la posibilidad de que el motivo de tales encuentros no eran más que reuniones de amigos para pasar el rato....pero debía haber algo más...Era un comportamiento un tanto bizarro como para tan solo reirse en grupo mientras bebían. ¿Algún tipo de ritual impío? Pronto nos toparíamos con la obscena realidad.
La segunda noche conseguimos adentrarnos en una de esas grutas sin ser vistos. Sashia había traído consigo su fiel cámara de fotos. Desactivamos el flash y lanzamos una instantánea en plena reunión. Nuestro corazón latía con tanta fuerza que fue hacer la foto e irnos a toda prisa con el máximo sigilo posible. Tuvimos la sensación de que en el momento que tomamos la foto se percataron de nuestra presencia. Aquí tenéis la prueba que corrobora mi testimonio.


¿Qué hacían allí realmente reunidos a oscuras? Lo que vimos iba más allá de la razón humana y nuestra mente estaba tan convulsa que no pudimos llegar a ninguna conclusión clara. Solo puedo decir que allí en la cueva había algo más que simples presencias humanas. La siguiente noche la pasamos muy inquietos. Continuamente teníamos la sensación que los habitantes de Arkham nos observaban. Quizás sabían que habíamos estado en una de las cuevas. Quizás sospechaban que sabiamos algún secreto suyo...fuese el que fuese.
Durante la última noche pasó algo espeluznante y corroboró nuestras ideas paranoides. Un golpeo incesante de la puerta de la casa donde nos alojabamos los seis nos despertó. Además olía a fuego. Nos asomamos por las ventanas y allí estaban; todo un tumulto de habitantes con antorchas en las manos dispuestos a echar abajo la puerta y acabar con nosotros. Aquello era de locos. No podía ser real.
Boom!!!!
La puerta había caído. Corrimos a la parte más alta y saltamos a la parte de atrás de la casa. Giramos a la izquierda, bajamos una pequeña cuesta a toda prisa y ya nos situamos en la calle principal de Arkham donde teníamos nuestro vehículo aparcado. EL tumulto nos seguía en una silenciosa persecución. Nos metimos en el coche, llave de contacto y listo. Tan rápido como nos permitía el coche salimos de Arkham mientras sus habitantes seguían tras nosotros.


Conseguimos salir sanos y salvos y sin saber que misterio se pensaban que habíamos desvelado. Desde entonces algunas noches pienso que todo aquello era fruto de nuestra imaginación, pero cuando cierro los ojos no puedo evitar que vuelva a mi mente el extraño olor de aquella cueva.


No hay comentarios: