lunes, abril 11, 2005

Perdóname, Vincent

Soy una toreador caprichosa ¿qué puedo hacer? Sé que para un vástago solitario como tú es difícil entenderme. Tús has trabajado duro para conseguir forjarte un futuro, no comprendes como alguien puede ser tan vividor. Pero no me malinterpretes porque mi vida no ha sido nunca un camino de rosas. Al poco de ser abrazada me separaron de mi sire (del que para más inri estaba perdidamente enamorada), era todo lo que tenía y todo que realmente necesitaba, a su lado, me sentía feliz y no veía el día en que me presentara en sociedad para poder disfrutar de todo aquello que ansia un toreador. Pero nunca llego ese día. No solo me he quedado sola, los de mi estirpe me desprecian ¿sabes lo que significa eso para mí? Sin amigos (sin contar a Salva, claro), degradada a malvivir de mi cuerpo, rechazada por mis iguales... Aun hoy me culpan por la muerte de mi sire y te aseguro que ya tengo suficiente con culparme yo misma como para que los demás también lo hagan. Todos me miran con recelo, se podría decir que me temen y es que tengo que tener un poderoso aliado en algún lado sino no me explico porque aun sigo aquí. No sabes lo dífícil que es vivir con tanto odio, con tanto rencor y sed de venganza... Si tu vida es una aventura la mía es una tragedia, podría compararse con una de esas series sudamericanas en las que la protagonista no sale de un problema y ya tiene cincuenta más encima. Ahora, gracia a ti mi vida ha cambiado y es que me has hecho volver a sentir algo que creía que nunca sería capaz de sentir. He vuelto a enamorarme y te lo debo a tí. Siento si te hago enfadar, si te molesto o te agobio, te prometo que nunca ha sido esa mi intención, estás en tu derecho de sentirte ofendido, pero por favor espero que intentes ponerte en mi piel. Prometo portarme mejor, pero por favor, dame la oportunidad de demostrarte que puedo ser mejor persona. MIL BESOS
s.s.

No hay comentarios: