lunes, abril 04, 2005

Barcelona Nocturno: "El Sudario de la Noche" Sesión 2

Mientras se dirigían hacia el piso de Marta, Hans recordaba lo que había averiguado al indagar en la mente de Marta cuando aún estaba con vida: "voces diciendole cosas, sombras que le atacaban y la acosaban....sentía un miedo terrible, casi irracional..." Todo apuntaba a lo mismo; el ataque de un LaSombra y su poder de obtenebración. Una de las dudas era si realmente era el LaSombra que Wirth perseguía: Zukov. A los pocos minutos ya se encontraban ante el edificio de Aribau 64, dejaron la furgoneta aparcada justo enfrente de la puerta. Cuando se dirigieron a la puerta y buscaron el piso de Marta, dieron con la primera sorpresa: en el panel de los timbres vieron que junto al piso de Marta (que era un 3º) había una pequeña placa que anunciaba que Marta era una Investigadora Privada. ¿Que significado podría tener eso? El caso es que ahora tenían que conseguir entrar, y antes de intentar forzar la puerta, picaron a otro timbre y en un alarde de picardía dijeron que iban a otro piso. El engaño funcionó y al poco ya estaban subiendo las escaleras que les llevaría al 3º piso, donde aparentemente no había nadie. Con sumo sigilo se dirigieron a la última puerta del pasillo, que era la del piso de la investigadora y con sus sentidos "auspexizados" (me encanta esa palabra!) intentaron oir más allá de la puerta por si "alguna sorpresita" aguardaba al otro lado...pero nada escucharon...al parecer no había nadie dentro. Con la ayuda de las ganzúas que guardaba Sashia en el pelo, consiguieron reventar la cerradura y abrir la puerta del piso. Asomaron poco a poco la cabeza, pero sabían con seguridad (o al menos eso es lo que les habían indicado sus sentidos) que nadie estaria allí esperando. Lo que hallaron no fue más que, a primera vista, un pisito común.

4 comentarios:

Feinstone dijo...

Una sala de estar con un pequeño pasillo y con algunas puertas que llevaban a diferentes habitaciones. La mayoría de puertas estaban abiertas, pudiendo saber ya desde la salita lo que habían tras las puertas; la cocina y el lavabo estaban a la izquierda de la salita, al fondo y a la izquierda había una puerta cerrada (la única de la que no sabía que había en ella), y justo enfrente tenían la puerta que accedía al dormitorio, y que además este dormitorio tenía otra puerta que daba enfrente de la puerta cerrada. A la derecha de la habitación principal estaban las ventanas que daban a la calle, justo por encima de donde habían dejado la furgoneta. Era momento de poner en funcionamento sus dotes investigadoras y de intentar averiguar cuanto pudiesen, tal vez así echasen algo de luz al asunto ("algo de luz"...lo pillas?... :P). Se dividieron en dos grupos: Vincent y Sashia buscarian en la cocina, en el lavabo y en la habitación de la puerta cerrada; y Wirth y Hans buscarian en el comedor y en el dormitorio.
El comedor contenía el sofá con unos cuantos papeles por encima, una tv algo antigua, unas pocas sillas, una mesita con un telefóno y un contestador. Rastrearon todo y cuando se acercaron al contestador vieron que había una tarjeta de un Restaurante de pasta (pasta de comer, aunque también el sitio se supone que es de lujo) (con dirección y teléfono incluidos) llamado "Valverde del Júcar" y que el contestador tenía tres mensajes. Wirth rebobinó la cinta y le dió a reproducir. El primer mensaje era de una semana atrás y la que hablaba era una mujer de mediana edad: "(...)...¿Como va la investigación? Espero que bien, extrema las precauciones extremo...Recuerda que mañana hemos quedado para hablar al respecto, aunque si tienes algo que decirme antes ya sabes donde encontrarme..(...).Nos vemos mañana..." El segundo mensaje era de hacia 5 días, y hablaba la misma mujer que antes pero esta vez con una voz algo más angustiada y asustada: "(...)...¿Dónde estás? El otro día no apareciste en nuestra cita, y se que tú no sueles olvidarte, asi que tiene que haber un motivo importante para que no hayas venido...o eso o....No quiero ni pensarlo...espero que no te haya pasado nada...aunque sospecho que...Bueno, en cuanto escuches esto, por favor llámame!!!(...)..". Y al fin el último mensaje de hace 2 días también de la misma mujer, y ahora más aterrada y angustiada si cabe: "(...)...sigo sin tener información sobre donde estás ni lo que te ha pasado...Aunque ya me puedo imaginar lo que ha sucedido, pero aún tengo esperanzas de que sigas con vida...intentaré encontrarte...por favor llámame si escuchas esto..." Esto fue cuanto pudieron sacar del contestador, pero a Hans se le ocurrió probar darle a la Rellamada al teléfono para ver donde llamaba, cuando lo hizó escuchó en el auricular del teléfono como alguien decía: "Restaurante Valverde del Júcar, digame?" Hans no sabía que decir y al principio balbuceaba mientras el que le atendía al otro lado del teléfono se incomodaba al no obtener respuesta. Hans colgó y le dijo lo que había escuchado a Wirth.

Feinstone dijo...

Por su parte, Vincent y Sashia registraron la cocina y el lavabo sin encontrar nada de relevancia, obteniéndo unicamente un cuchillo de cocina que se quedaría Sashia. Ahora los cuatro se reunieron en el dormitorio y registraron cuanto pudieron. Sobre la cama encontraron un extraño dibujo; parecía un dibujo hecho por un niño pequeño, y en el aparecía una figura con extraños "apéndices" oscuros que surgían de él, y parecía que estaba en una especia de túnel con un raíl.... Al darle la vuelta al dibujo vieron que ponía que el dibujo estaba hecho por un "PACIENTE" llamado S. Reinfield y junto al nombre y la fecha había un extraño nº de depósito. Era obvio que el dibujo describía a algun LaSombra, pero entonces aquello significaba de que alguién más, el tal Reinfield, lo había visto alguna vez...poco a poco todo se iba volviendo más confuso...Mirando más de cerca el dormitorio solo encontraron una Colt Anaconda y una caja fuerte que al forzarla obtenieron dinero y cargadores para sus revolveres. De repente algo percibieron sus agudizados oidos sobrenaturales: provenía de fuera del piso, venía del pasillo; unos pasos, lo oian con tal claridad que incluso podían percibir cuantos eran: 6. Llevaban zapatos por la manera de sonar sus pasos contra el suelo...y avanzaban hacía la puerta del piso de Marta...Había que hacer algo rápid0. Lo primero era averiguar lo posible de la última habitación por ver. Fueron a la puerta que permanecía cerrada y entraron...Era un cuarto oscuro, pero su visión de vampiro les permitía ver mejor y distinguir que aquello era un cuarto de revelado de fotos. Vincent alcanzó el interruptor y encendió la luz roja. Ahora fueorn a ver las fotos que habían reveladas: en las fotos había gente trajeada (algo así como gangsters) y que disparaba al aire, o bien se veia como estaban aterrorizados con "algo" (que no se veía) o con sombras que habían en las paredes. No sabía el significado real de todo eso, pero que había que apremiarse...cogieron las fotos y se fueron, pero antes de salir, Sashia cogió una cámara de fotos que había allí. Wirth y Hans por su parte estaban alerta por quien pudiese entrar, cada vez notaban que estaban más cerca. Pero hubo algo que les alertó más: escucharon como si sacasen armas y las cargasen....y algo más aterrador aún, al menos para un vampiro,....unos mecheros se encendían...estaban a punto de entrar y tenían que hacer algo...

Feinstone dijo...

"Fuego!" - Eso es lo que más temen los vampiros, lo que puede barrer de un plumazo su inmortalidad, y es por esa razón que tuvieron tanto miedo al oir aquellos mecheros. No sabían quién habia tras ellos, ni porque, pero sabian que no tenian buenas intenciones. De repente se encontraban los vampiros discutiendo apresuradamente en la habitación principal sobre lo que hacer; desenfundaron sus armas de fuego y pensaron que la mejor estrategia no era el enfrentamiento directo con unos desconocidos armados sino la huida por la ventana (Wirth subió la ceja al sopesar esta opción). Pero antes de que pudiesen hacer nada, los enemigos se presentaron ante ellos, cruzando el umbral de la puerta. Eran cinco los que habían entrado (el sexto se encontraba fuera, en el pasillo), trajeados (vestían y tenian la misma "pinta" que los que aparecian en las fotos que habian encontrado) y tres de ellos estaban armados con Uzis mientras que los otros dos tenian en sus manos cockteles Molotov ya encendidos. Ante la inminente amenaza Hans y Sashia decidieron meterse corriendo en el dormitorio para huir de los ataques. Por contra, Vincent y Wirth se enfrentarian a ellos. Hans y Sashia consiguieron su objetivo. Dos de los que estaban armados con las uzis vaciaron sus cargadores sobre Wirth pero no consiguieron hacerle daño alguno, y cuando el poderoso Brujah se sacudió las balas que tenía incrustadas en el abdomen, acabó con la vida de ellos. El primer ataque con los cockteles molotov fue todo un desastre (para los atacantes, claro está); al lanzarlo se le resbaló y reventó sobre él mismo quedando totalmente envuelto de llamas.Ante el terror que le invadía por estar quemándose vivo, intentó salir pero en su camino se encontró con uno de sus compañeros y los dos ardieron juntos hasta consumirse totalmente. Antes de que él último atacante lanzase su cocktel contra Vincent, él atacante que se encontraba en el pasillo dio marcha atrás y huyó. Pero este cocktel sí consiguió su objetivo y estalló en llamas muy cerca de Vincent, pero sus años de entrenamiento en Alamut no sirvieron en vano y consiguió "casi" evadirse del fuego; digo "casi" porque parte del daño del fuego fue inevitable...Ahora la situación había cambiado por completo, ellos eran los que estaban en ventaja numérica ahora: 4 contra uno. Vincent decidió cogerlo "con vida", para extraerle la información necesaria para averiguar porque les habian atacado. Soportando el inmemorial terror al fuego y sorteando las llamas que le separaba de su atacante, hundió el filo de su espada en el hombro derecho de su atacante, girando la empuñadura de su arma para hacerle ver quién dominaba la situación. Ahora todos querían reunirse entorno a Vincent y el atacante, pero para ello debían enfrentarse al temor del fuego; cosa que hicieron todos...bueno todos no....Hans se tuvo que conformar con mirar desde el dormitorio...desde su dormitorio frío y seguro y sin fuego amenazante al que temer.
"Se ha escapado uno...!"- dijo Vincent - "Si, pero no podemos salir por la puerta, hay fuego del pardillo que se ha prendido a él mismo." - respondió Sashia.... "Solo queda una salida..."- todos los ojos se entornaron hacia la ventana del comedor: saltarian e intentarian perseguir al que había huido....Un plan perfecto, si no fuese por el miedo a las alturas de Wirth...pero se solucionó cuando asomado a la ventana, cerró los ojos, hizo una respiración profunda (aunque los vampiros no respiran....) y se dejó caer....Ya estaban todos en la calle y veian como el que habia huido estaba arrancando un coche. Entraron todos a la furgoneta y Wirth al volante se encargaría de seguirle, mientras Vincent y los demás sonsacarian algo de información de su prisionero. Wirth ya seguía la estela del coche negro mientras esquivaba como podía el denso tráfico de la ciudad. Sin embargo, en la parte trasera de la furgoneta, el humano sufría una lenta agonía mientras los vampiros a su alrededor le atosigaban con preguntas....y al final obtevieron sus frutos: al parecer "alguien" les había mandado allí para buscar a Marta, las razones les eran desconocidas a ellos, solo eran unos mandados...además tenian las órdenes de que si hubiese algo raro o inesperado en el apartamento atacasen sin dudarlo, y ante todo, que utilizasen fuego.....Tras recibir el último aliento de este pobre mortal, Wirth tuvo que hacer un giro brusco para no perder de vista al otro coche que intentaba despegarse de él, y con este giro los vampiros se tambalearon en el interior de la furgoneta. "Quizás el otro nos pueda decir algo más" dijo Vincent, y dicho esto desenfundó su pistola y bajo la ventanilla: a su lado ya tenia a su oponente; Wirth habia hecho un trabajo excelente al esquivar a todos los coches en contra dirección, moviendose de carril a carril y sin perder de vista al coche negro. Vincent apuntó a las ruedas y disparó, pero la bala no consiguió el efecto deseado y entonces llegó Sashia con su revolver para remedarlo y pudo de un solo disparo reventar una de las ruedas del coche...Pero no era Wirth el único as al volante que había allí, y aun con una rueda menos, consiguió mantener el equilibrio del coche y seguir hacia delante poniendoselo aún más difícil al Brujah. De nuevo hubo un baile de balas que salian de la furgoneta; Vincent, Hans y Sashia al fin consiguieron que el otro conductor perdiese el control de su vehículo terminando todo en una brutal colisión con el coche que tenía enfrente. Wirth rapidamente se salió a la acera, paró, y Sashia bajó para recoger al accidentado...pero fueron quizás muy descuidados: persecuciones en medio de la ciudad, disparos, y ahora salir de la furgoneta para cargar un hombre medio muerto...ese son el tipo de cosas que ponen en peligro la Mascarada y por tanto la seguridad de todos nosotros...
Una vez que Sashia entró con cierta parsimonia en la furgoneta con el herido apoyado en su hombro, cerraron las puertas y emprendieron su marcha...Con algo de persuasión consiguieron arrancar de su lengua los últimos detalles que debían saber: trabajaban para la Doncella De Hierro, y ésta la podían encontrar en el Restaurante de "Valverde del Júcar" (el mismo restaurante de la tarjeta que había en el piso de Marta...curioso...pero hubo algo que llamó aún más la atención....Cuando le preguntaron que para quién trabajaban, él se mostró extrañado y dijo que si aquello era una broma "Lleváis tiempo atacandonos y aniquilandonos y ahora preguntáis para quién trabajamos?...".... ¿ Qué significaba esto último? ¿Porque deberían saberlo? O acaso los habían confundido con otros...

Feinstone dijo...

Por un instante se les pasó por la cabeza el ir a visitar a la llamada Doncella de Hierro en el restaurante, pero ¿como reaccionaria? ¿les intentaria matar? Necesitaban más información al respecto, no podían dejar asi como asi el hecho de que alguien haya intentado matarlos....sin olvidar las extrañas visiones que describía Marta y su siniestro suicidio. La única persona que les podría ayudar era Mortiis; el siniestro y misterioso Nosferatu (o al menos eso dicen las leyendas) que se oculta en los tuneles del metro. Una vez que consumieron hasta la última gota de sangre de los humanos, los abandonaron en una de las numerosas callejuelas perdidas de Barcelona y lavaron la furgoneta por dentro....era la segunda vez que se les había inundado literalmente de sangre...Ahora si, ya estaban preparados (si es que uno puede estar preparado para entrar en el territorio del más temido de los Nosferatu) para encontrarse de nuevo con Mortiis. El que más estaba nervioso de todos era Hans; nunca se había "visto" con Mortiis y lo único que sabía sobre él y sus caninas compañias lo sabía por lo que le habían contado sus compañeros...Aparcaron cerca de la boca de metro de Urquinaona, no había mucha gente alrededor, y descendieron hasta la andana del metro y una vez el metro se fue, adentraron en el tunel (ante la atónita mirada de unos pocos que quedaban en el andén) que llevaba a la siguiente estación...pero no aparecerian en la siguiente estación: una pequeña abertura a la derecha de la pared del túnel les llevaría a un túnel subterráneo y de allí ante la cámara que albergaba a Mortiis, como siempre custodiada por su fiel "perro" ghoul. El guardián olisqueó a todos los vampiros, empezando por Hans que era el que estaba más atemorizado, y que no pudo evitar dar un paso atrás cuando la cabeza del can se acercó a él. Una vez dado el consentimiento del ghoul animal, entraron y la voz de Mortiis les preguntó que querían de él. Ellos, preguntaron sobre la Doncella de Hierro: "Si.....es la lider de la principal banda de narcotráfico de la ciudad....ella es una vampiro Ventrue llamada Silvia Laverne...es inofensiva...no entiendo porque queréis saber de ella...." Era extraño que una vampira que no conocían de nada quisiese acabar con ellos...Quizás si hiciese falta hacerle una visita...pero antes visitarian a Victor Sesta por si él supiese algo más (o fuese más revelador que Mortiis) sobre Silvia-Doncella de Hierro.
Cuando abandonaron la guarida del Nosferatu, se dirigieron a la avenida Tibidabo, a la mansión del príncipe de la ciudad. Allí les recibió, con un semblante algo enfadado, Victor Sesta escoltado como siempre con sus dos assamitas, uno a cada lado. Antes de que pudiesen decir nada, el príncipe les recriminó sobre el "espectáculo" que dieron en la calle con el coche, la persecución, el tiroteo y los muertos...habían roto la Mascarada, pero aquella noche el príncipe parecia estar benévolo y tan solo se quedó en eso: un reproche...simplremente les recordó lo importante de respetar las Leyes y les instó a que no se volviese a repetir nada similar. Al sentirse algo "insultada" ante este "tirón de orejas" de Victor, Sashia le preguntó irónicamente que qué tal estaba Veronica...pero no obtuvo la respuesta que se esperaba...y en lugar de enfadarse más aún Sesta, esbozó una misteriosa sonrisa que intrigó a los vampiros que allí se encontraban...¿por que sonreía? Después de esto pudieron preguntar acerca de la Doncella de Hierro, el restaurante, Silvia, y el posible LaSombra en la ciudad. Sesta confirmó lo que ya les había dicho Mortiis, Silvia era la líder de la banda (allí era conocida como la Doncella de Hierro) y que era dueña del restaurante. Lo que no comprendía Victor era porque los sicarios de la banda de Silvia les habían atacado, y les sugirió que debían hablar con Silvia en persona (era inofensiva y no les haría nada) para solucionar el "incidente"...Acerca del LaSombra no tenía mucho que decir, solo decia que todo era mera especulación y que seguramente no seria nada...Pero justo antes que se fueran, el príncipe les advirtió de que aun no habían dado con Bernard (véase "Entre Sombras") y sus secuaces; al parecer dias atrás habían conseguido escapar de la ciudad pero recientemente habían conseguido volver a entrar a BCN y por tanto deberían extremar las precauciones... Una vez satisfechos con la información, abandonaron la mansión, no sin antes Sashia quejarse sobre el mal gusto de la decoración del lugar.
Al parecer todo les conducía al mismo sitio:el restaurante de Silvia. Y allí fueron. Aparcaron la furgoneta enfrente, y entraron por la lujosa entrada principal. En el recibidor, perfectamente decorado (esta vez si parecía estar más a gusto Sashia con el entorno), estaba tras unn atril un anciano elegantemente vestido que preguntó que que querían (a Hans aquella voz le resultaba familiar; era la que había atendido su llamada desde el teléfono del piso de Marta). Obviamente, la mayoría de los del grupo no encajaban en aquel lugar y eso hizo que el mêtre les mirara con cierto desdén. Pero la sangre de vampiro concede extraños poderes, y con cierto entrenamiento se pueden conseguir cosas realmente extraordinarias...y Hans puso a prueba uno de estos "dones" y al dirigir su pentrante mirada ante el humano, le introdujo una orden en su mente que debería acatar: "Se reunirian con Silvia..." Y así, casi por arte de magia, el débil mortal cogió el teléfono y llamó a alguien para advertir de la llegada de un grupo de personas que quería verse con la Srta Laverne. Otro humano seria el encargado de seguir las órdenes del mêtre y les dijo que le siguiese a través de el interior del restaurante, donde las miradas de los comensales no paraban de seguir a los vampiros ( aunque muchas de estas miradas se dirigían a Sashia) hasta que llegaron a una puerta cerrada con llave. Tras abrirla el humano que les dirigía, les condujo hasta unas escaleras y allí hasta el piso superior que al parecer albergaba diferentes despachos. Y les dejó enfrente de las puertas de uno que según ponía un lustroso letrero era el de Silvia Laverne. Les abrió las puertas de ese despacho y les dijo que entrasen y se pusiesen cómodos; "la Srta Laverne llegará enseguida..."...y allí se quedaron sólos, en un lujoso estudio, con altas estanterias, un escritorio grandioso, y confortables sillones y sofás. A los pocos minutos escucharon como unos pasos se dirigían allí, y al instante se encontraba ante ellos una vampira muy bella, rubia con una pequeña cola, con unas gafas y vestida formalmente: era Silvia Laverne; la Doncella de Hierro...y su voz era la del contestador en el piso de Marta.
Tras un cálido pero correcto recibimiento, Silvia se adelantó a ellos y ella supusó ya quienes eran....y se disculpó por lo sucedido...al parecer sus enviados habían cometido un error, pero al menos nadie había salido mal parado (excepto sus miembros de la banda pero ella ya dijo que en realidad le daba igual). Pero como és lógico, querían una explicación de lo sucedido, pero Silvia preguntó antes porque estaban en aquel apartamento: "¿Qué os ha llevado hasta allí?". Vincent y los demás contaron todo lo sucedido; desde que Salva se encontrase a Marta "vagabundeando" hasta que fueron a su apartamento tras su suicidio. Al oir esta historia, Sivia se entristeció y contó al grupo su historia: desde hacia unos meses, su banda estaba siendo "saboteada" (mejor dicho atacada) en todas sus entregas por "algo a lo que no podian ver", y esto le había llevado a un estado donde era muy difícil encontrar un comprador de droga...su negocio de narcotráfico se estaba yendo al traste y todo por "capricho" de alguien...para más concretar de algun LaSombra según los detalles de los supervivientes....además había recibido ciertas misivas sobre amenazas de muerta a ella. Alguien queria hacerle la no-vida imposible a Silvia y ni siquiera sabia quién ni porque...Al parecer había recurrido al príncipe por el problema que suponía que un miembro del Sabbat estuviese en la ciudad pero no había obtenido más que el desprecio de Sesta...Dispuesta a arreglarselas por ella misma, contrató los servicios de un investigador privado (humano, por supuesto) y al parecer obtuvó algun resultado porque a la semana apareció totalmente desnudó en Plaza Catalunya; había enloquecido y no paraba de soltar incoherencias acerca de voces y oscuridad acercándose a él: ahora ese investigador, de nombre Reinfield ( se le encendieron las luces en la cabeza de los vampiros al recordar el autor del dibujo que encontraron en la cama de Marta), estaba recluído en un centro psiquiátrico en la ciudad. Incapaz de sonsacar nada al enloquecido Reinfield contrató los servicios de una nueva investigadora, Marta, que al parecer no obtuvó frutos hasta que se reunió por segunda vez con Reinfield; tras este último encuentro debió averiguar algo porque al poco tiempo despareció...
Ahora todo empezaba a encajar en las mentes de los vampiros del grupo...todo empezaba a tener sentido. Entonces fue cuando Silvia, recordando ser miembra del consejo de la ciudad, les propuso contratar sus servicios para averiguar quién la acosaba, donde se alojaba y a poder ser eliminarlo. Primero ellos tendrían que ir a hablar con Reinfield en el centro...a cambio de todo esto ella les prometió grandes sumas de dinero (miles de euros por cabeza) y grandes favores...Una suculenta propuesta, aunque el enfrentarse (supuestamente) a algun LaSombra no les hacia ni pizca de gracia...finalmente aceptaron. Pero primero de todo se les presentaba un importante escollo que superar: ¿como entrarian en un centro psiquiatrico para hablar con Reinfield? Obviamente después de la persecución, no estaria bien visto (ni seria políticamente correcto) entrar por la fuerza...debían idearselas para poder entrar sin problemas y poder hacer su misión; por su parte Silvia ayudaría en lo que pudiera ya que tenía grandes contactos que podrían abastecerles de cuanto necesitasen.
La idea surgió de repente: se harían pasar por médicos que transportasen a un loco (que sería uno de ellos) y así entrarían dentro; Silvia les proporcionaria el vehiculo, la indumentaria y la documentación necesaria para realizar el plan: se reunirian a la noche siguiente en la parte trasera del restaurante para entregarles el material necesario.
Había sido una noche muy dura e intensa para todos y se merecían un descanso, la noche siguiente prometía ser también algo movidita...
Pero las emociones no habían pasado para Hans. Cuando llegó a su apartamento encontró que la puerta estaba abierta y pudo percibir como alguién estaba dentro; "dos vampiros!" le decían sus sentidos. No sabia que hacer; si dar media vuelta y volver a por ayuda o enfrentarse a lo desconocido y descubrir quién estaba dentro. Se armó de valor y entró...para su sorpresa no se encontró a otro más que a Bernard y a Tip (dos de los tres Brujah líderes del movimiento revolucionario en contra de Victor Sesta y que raptaron a Veronica); habían desordenado algo sus habitaciones pero nada más. Cuando estos se percataron que Hans estaba dentro, rapidamente le rodearon y le cogieron con fuerza. "Vaya sucio traidor!" dijo Tip, "Asi que al final trabajabas para el príncipe....maldito ventrue!!!" continuó el espectacular Bernard. "Tu y tus amigos nos arruinaste nuestros planes y por vuestra culpa ahora estamos buscado...pero no te creas tan importante como para que estemos aquí para saldar cuentas contigo....no te equivoques...¿te acuerdas de Half, nuestro "compañero"? Al parecer nos había utilizado, trabajaba para otro, servía a otros intereses...nos ha traicionado y utilizado para sus fines...asi que si le ves dile que le estamos buscando para matarles...." Acabó de decir esto Bernard y abandonaron la casa de Hans....¿Que significaba todo aquello? ¿Para quién trabajaba entonces Half?...demasiadas cosas que pensar, ya que lo primero que tenía en la cabeza era la misión de mañana...