domingo, mayo 14, 2006

PRÓLOGO A LA NUEVA PARTIDA DE BARCELONA NOCTURNO II: "Ménage à trois"

Buenos Aires, hace un año

- Tenemos que dejar de vernos en estas circunstancias. Tú bien sabes que esto es muy arriesgado para los dos!

- ¿Para los dos? ¿o más bien para ti? Ya sabes que si estás en mi bando estarás en lugar seguro. Pero no he venido hasta aquí para hablar de tus estúpidos temores. Preveo un pequeño escollo en nuestro plan. Por ahora es pequeño, más bien una intuición, pero no quiero que con el tiempo vaya a más.
- Adelante, mi señor. Sigue.
- Uno de nuestros preciados "colaboradores" se está volviendo algo...¿como lo diría? ...pretencioso y ambicioso. Bueno, tampoco se esperaba más perteneciendo a ese clan donde la ambición es la maldición de su sangre. Pero yo pensaba que su inteligencia (o mejor dicho, su sentido de supervivencia) le haría actuar, en cierto modo, contranatura, y aplacar así sus ansias de poder. Esa es la principal diferencia contigo; tú almenos eres suficientemente inteligente como para saber que si tan siquiera se te pasase por la cabeza traicionarme sufririas durante toda la eternidad.
- ¿Sesta?
- Exacto. Creo que el cargo se le está subiendo demasiado a la cabeza. Además se está volviendo muy quisquilloso con las últimas transferencias; muy exigente. Creo que olvida que él no está en posición de negociar. El caso es que creo que en breve se mostrará rebelde con nuestras "transferencias" y querrá más a cambio...cosa a la cual no pienso acceder. Por esa razón, veo necesario la erradicación de Sesta. Pero ir allí y eliminarlo sin más...levantaría demasiadas sospechas y dejaría demasiadas cosas en el aire...demasiado peligroso para nuestros intereses. Si logramos que Victor se hunda y pierda todo cuanto posee, cometerá alguna estupidez y hará que su muerte definitiva sea inevitable y en cierta manera "legal".
- ¿Y que puedo hacer?
- He oido que tienes un nuevo pupilo. Utilízalo.
En algún lugar de Europa, en la actualidad
Tras un grueso muro de piedras, hay una poco iluminada austera habitación repleta de libros antiguos. En el escritorio, un vampiro envuelto en una capucha y encorvado hacia delante, termina de escribir sobre unos papiros. El silencio se rompe tras unos golpes a la puerta de madera.
- Adelante.
La puerta se abre y tras ella aparece otro no-muerto con un atuendo muy similar al que está escribiendo en el escritorio. Tras cerrar la puerta, hace una reverencia y comienza a hablar:
- Maestro Balthazar, tenemos noticias acerca del medallón que supuestamente estaba en Londres.
- Dime Asgard.
- La chiquilla de Korotkoff y sus compañeros se han hecho con el. Quizás si nos hubiésemos arriesgado también a ir allí...
- Ese territorio estaba bajo la influencia de Galrath y los suyos. Hubiese sido muy difícil. Ya dije que ese debia ser uno de los últimos medallos a conseguir por su localización...además también teniamos que estar pendientes de averiguar la localización de otro.
- Tiene razón Maestro Patriarca, no voy a cuestionar sus métodos...pero no puede negar lo extraordinario del caso; le han arrebatado el medallón en sus propias narices!!! No debemos subestimarla, ni a ella ni a sus compañeros. Además eso significa otra derrota para esas bestias del Sabbath!!!jajaja, me gustaría saber como lo han hecho y ver las caras de esos desgraciados deformes.
- No subestimes a Galrath y a sus seguidores tu tampoco. Ciertamente yo también tengo curiosidad de como se las han arreglado para salir de allí con el medallón sanos y salvos...Hay algo que no me encaja, no sé...
- ¿Y sobre el último medallón? ¿El medallón de Paris?
- Sí. Tengo algo de información que puede ser bastante útil para encontrarlo. Convoca a 3 de los 7 comandantes de la Orden. Les daré instrucciones. La hora final se acerca.
- Como ordene Maestro Patriarca.

1 comentario:

Dawe dijo...

Días antes, en lo alto de una catedral, cuyo nombre no quiero acordarme:
- Tu maestro ya es ceniza... y tu lo serás pronto a menos que me complazcas...
- Lo siento, me dijo mi maestro que subiera aquí arriba... ¡perdóneme!
- Quizás pueda perdonarte... pero deberás ganártelo! Puedes empezar cargándote a esa zorra; luego bajamos tranquilamente y lo hablamos.
- Sus palabras son órdenes para mi...
En ese momento la torre donde se encontraban se desplomó bajo sus pies... y cayeron hacia el mar de llamas...

- Cada noche igual... en fin... seguro que lo merezco...