miércoles, marzo 30, 2005

Barcelona Nocturno: "El Sudario de la Noche" Sesión Inicial

El sudor mezclado con sangre brotaba de su cabeza y empezaba a hacerle más difícil ver, aunque ella solo percibía oscuridad a su alrededor. No sabía cuanto tiempo llevaba en aquel lugar -días, meses, años? -, sea como fuere le había dado la sensación de que había pasado toda una eternidad. Pero ya no era tiempo de seguir pensando en eso, a penas sabía siquiera quien era o porque estaba allí; aquellas torturas, aquellas voces, aquellas siluetas le habían hecho perder la percepción de lo que era real y lo que no era...Intentó ponerse en pie, y conteniéndose el dolor de estirar sus tumescentes piernas se puso de pie y empezó a tantear en la oscuridad..."Al parecer se ha ido, tengo que escapar a donde sea..." No había ningún haz de luz que seguir, y todo lo que sus maltrechas manos tocaban era tierra húmeda (ni siquiera se atrevía pensar porque estaba húmeda), y cuerpos inertes; aún a oscuras podía sentir con sus manos como estos cuerpos estaban mutilados. Su respiración se hacia más fuerte y más difícil, sentía un gran dolor en su pecho, había recorrido ya unos metros y no sabía en que dirección...De repente tropezó y cayó de bruces al suelo, y allí quedó inmóvil durante horas intentando reponerse, casi había perdido toda esperanza de salir allí con vida, aunque ella prefería morir a tener que sufrir otra vez, no podría aguantar aquellos dolores y humillaciones ni una vez más...Durante todo este tiempo aguzó el oido por si percibía algo...nada....ni una palabra, ni un ruido de ningún tipo que le diese una pista de donde estaba en aquel momento...Volvió a ponerse de pie, ahora o nunca, cada movimiento hacia le era más y más doloroso...pero al fin sus manos tantearon algo que parecía ser una puerta...¿Adonde llevaría? ¿Sería acaso la salida o bien una entrada a una zona más profunda y tenebrosa? ...era hora de jugarsela...y finalmente Marta abrió las puertas...

3 comentarios:

Feinstone dijo...

Mientras el coche que se llevaba a Veronica se alejaba, el grupo empezaba a debatir que haria es a misma noche. Sashia decidió que habia llegado la hora de saldar su deuda con Wirth y hacerle el pase privado; aquel era el pago por las cenizas que suplantarían a los supuestos restos calcinados de Veronica. Ellos se dirigieron al apartamento de Sashia, mientras Hans iria a su apartamento y terminaria de redactar el informe a Alexander Goerin sobre lo que habia sucedido. Vincent por su parte salió a cazar, y una vez saciada su sed volvió a su apartamento para dejarse caer en su ataúd; quizás hacia mucho tiempo que había estado "inactivo" y la acción e intriga de los últimos días le habían cogido desprevenido...sin embargo pese a todo él no olvidaba por lo que realmente había venido a Barcelona...
A su vez, en un lugar escondido de la ciudad, Aishane paseaba divagando en pensamientos taumatúrgicos, y decidió que hacia mucho tiempo que no practicaba esta noble disciplina de los Tremere. En un callejón oscuro, donde aparentemente no había nadie, Aishane extendió su brazo derecho y abrió la palma de su mano y tras concentrarse mucho, brotó de su mano una llama del tamaño de un puño....era un fuego mágico, pues a la vampiro no le afectaba lo más mínimo....entonces apuntó a un viejo contenedor metálico de basura y "disparó" su bola mística de fuego acertando de lleno en su objetivo. Rapidamente todo el material que tenia el contenedor prendió y empezaro a oirse unos quejidos y lamentos que provenían de su interior. Aishane se percató y tras superar su innato miedo al fuego se asomó al interior del contenedor en llamas: dentro estaba un mendigo en llamas, al parecer había estado dormiendo placidamente....A Aishane se le planteó en aquel momento la duda de que hacer: superar su miedo al fuego (el Rötschkreck que es como se dice en términos vampíricos) y salvar al pobre sin-techo, o seguir paseando y regresar a su capilla. No le quedaba mucho tiempo para pensar pues en poco el pobre estaría totalmente calcinado; finalmente optó por lo que le dictaba su lógica: no correría el riesgo de enfrentarse al Miedo Rojo por alguien que no conocía y que seguramente nadie echaria de menos....
Wirth y Sashia llegaron a su apartamento y el Brujah se acomodó en uno de los sofas. Mientras, Sashia se vestía para la ocasión (aun se discute si realmente la vampiresa lo hizo a desganas o realmente estaba motivada para ello), apagó unas pocas luces para dejar la habitación en penumbra, y encendió su mini-cadena para ambientar más la situación. Entonces empezó la acción...os lo podéis imaginar...el escultural cuerpo de Sashia contoneandose y desnudándose al ritmo de la música ante la atenta mirada de Wirth (por cierto, se confirma que los vampiros no pueden pestañear...al menos eso es lo que le pasó a Wirth aquella noche....)...
Después también Wirth volvió a su apartamento; situado en el mismo edificio que el de Vincent, justo en el piso inferior...Por su parte, Ondine buscó refugio, y Amika pasó el día entre las grutas que le ofrecía la gran fuente del parque de la Ciudadella....
Pero antes de irse a dormir, todos tenían presente una cosa: a la noche siguiente deberían reunirse en el apartamento de Sashia para ir después a su local para acudir a la fiesta que Salva (el dueño, también vampiro) había organizado con motivo de las reformas subvencionadas con el dinero del príncipe.

Feinstone dijo...

El día pasó rápidamente y la noche llegó, y con ella llegó un nuevo despertar de los no-muertos. Todos; Ondine, Amika, Hans, Vincent, Wirth y Aishane se dirigían al apartamento de Sashia en calle Avignon; pero Aishane se entretuvo algo más pues debía cazar. Al poco de salir de su capilla tremere, encontró lo que buscaba; un extranjero perdido buscando un hotel...y allí estaba Aishane, dispuesta a "ayudarle". "Por aquí, sigueme, que yo se donde está el hotel que buscas..." El extranjero se tragó el anzuelo hasta el fondo, y siguió con absoluta fe a la misteriosa mujer que se había ofrecido caritativamente a ayudarle - "No parece mala gente..." es lo que pensó justo antes de entrar en una calle sin salida a la que le había guiado-, una vez allí Aishane se avalanzó sobre él que apenas pudo resistirse a la agresividad de la embestida de la vampiresa...y su sangre fluyó por la boca de Aishane mientras él se dejaba llevar ante tal placentero encuentro. Ya satisfecho sus necesidades por aquello noche, la Tremere dejó de beber del mortal y siguió su camino hacia Avignon.
Sashia, por su parte, también debía saciar su sed, y antes de que sus "invitados" llegasen a su refugio, decidió salir a la calle. Para alguien tan escultural como Sashia, no es difícil encontrar hombre candidatos para ser mordidos en el cuello (imaginad que morbo!) y tan solo le bastó dejarse el abrigo en casa y enseñar sus curvas y su escote para encontrarse con un pequeño grupo de chicos (bastante bien formados) que empezaron a piropearla y a hacerle proposiciones algo indecentes (por decirlo finamente). Ella, ni corta ni perezosa, se plantó enfrente de los chicos y anunció que quería a uno de ellos (le daba igual quién) para "pasar un rato agradable". Tras esto, los chicos se alborotaron y empezaron a chillar para ver quien seria el afortunado. Como no se decian, Sashia señaló con indiferencia a uno de ellos y le dijo que le siguiese hasta un callejón "solitario". Mientras este se frotaba las manos, los demás compañeros le animaban y vitoreaban su nombre. Pasó el tiempo, y el grupo de chicos se hartó de esperar que saliesen del callejón...uno de ellos se atrevió a entrar y descubrió el cuerpo de su amigo tirado en el suelo inconsciente, pero sin rastro de la misteriosa mujer...
Al final todos se encontraron con Sashia en su apartamento y decidieron ir al local de Salva. En el camino, al poco de llegar al último tramo de la calle que daría enfrente del bar, escucharon un disparo....Eso no sería nada a resaltar en cualquier punto de la ciudad, pero claro, el disparo provenía sospechosamente muy cerca de adonde se dirigían. Apremiaron el paso y vieron un grupo de 3 "chusmas" armados con bates, cuchillos y varas de hierro, gritando y amenazando hacia la puerta del local de Salva. Apoyado contra la pared, yacía el cuerpo de otro de los suyos con un disparo en la cabeza...la sangre aún brotaba de su cráneo ¿Aquel había sido el disparo que habían oido? ¿Quién había disparado y porque?
Los tres vándalos (por asi llamarlos) no se habían percatado aún de la presencia del grupo de vampiros que se acercaba hacia ellos, y gritaban e insultaban a Salva, "Gitano de mierda! Porque nos has quitado nuestro juguete!!!!"

Feinstone dijo...

¿Salva había disparado?¿Porque?¿A que juguete se referían? Aquellas dudas se plantearon en el grupo, pero no era momento de pensar, sino de actuar...Amika, Aishane, Ondine y Sashia decidieron intentar entrar rapidamente en el local por si le habia pasado algo a Salva.Vincent y los demás se encararon con los tres vándalos (para la posteridad quedará la frase que dijo Hans a Vincent: "Dile que qué están haciendo aqui...", intentando averiguar que estaban haciendo allí; pero no obtuvieron más respuesta que ahora los tres se dirigían a atacar a las cuatro féminas que intentaban entrar. Vincent, Wirth y Hans por ahora mirarian...seria divertido ver como tres estúpidos mortales se enfrentaban con cuatro terribles vampiras-máquinas de matar...En aquellos momentos de tensión, Hans se percató que uno de los agresores tenía el pelo largo...perfecto!!!Él tenía hambre asi que en un acto de valentía suprema (tiembla Braveheart!) ,y mientras las vampiresas se preparaban para singular duelo, dijo: "Al del pelo largo no lo matéis, dejadmelo para mi!!!!"
Ahora Amika, Ondine, Aishane y Sashia se enfrentaban con armas de cuerpo a cuerpo contra sus agresores...pero tras unos pocos encontronazos...las féminas apenas consiguieron hacer mella en los humanos...Algo fallaba y Vincent y su cuchillo estaban dispuestos a arreglarlo: un lanzamiento certero en el pecho acabó con uno de ellos...Más tarde Amika acabó con otro y todas juntas se enfrentaron al "del pelo largo" en una curiosa batalla donde la única emoción era saber si Hans tendría su cena aquella noche o si se les iria la mano con la chusma...Por suerte para el Ventrue del grupo, solo lo dejaron malherido, y Hans se aferró a su cuello con sus colmillos para arrebatarle la poca vida que le quedaba. Los demás saciaron también su sed con los demás cadáveres.
Pero no se habían olvidado de Salva, y entraron en el local. Al entrar, les llamó la atención dos cosas (bueno a los vampiros macho a lo mejor les llamó la atención "otros pares de cosas" que rondaban por ahí): El Local había sido reformado de arriba abajo dando un aspecto de más "clase" (ya no parecía un sucio tuburio), y tras la barra no estaba Salva, sino una bailarina sustituyéndole. Y alguno también se dio cuenta de un pequeño goteo de sangre que se dirigía al lavabo de caballeros. Sashia se acercó a la bailarina, a la que obviamente conocía, y le preguntó donde estaba Salva. "Está en el lavabo..." A penas había terminado de decirlo cuando Sashia se dirigia hacia el WC. Amika y Aishane mirarian en el de mujeres, Vincent estaría vigilando desde fuera del local la zona de los lavabos que daba al exterior, y los demás entraron a los lavabos de hombre. Allí fue donde encontraron a Salva, pero no estaba solo; Salva estaba abrazando y consolando a una muchacha. Era una mujer de mediana edad (saltaba a la vista que era una mortal y no una vampiresa), con la ropa destrozada, descalza, con la falda desgarrada, el pelo despeinado; toda ella estaba llena de suciedad de tierra, sangre, moratones...tenía señales de cortes y arañazos por todo el cuerpo, y de entre sus piernas de vez en cuando salían un fino reguero de sangre. La chica estaba mirando a la nada, balancenadose sobre su cuerpo y susurrando algo para sus adentros....
"Me la encontré en la calle, cerca del local...Al parecer llevaba deambulando por la ciudad durante horas, y justo en la calle se había topado con la panda de imbéciles que seguramente os habréis encontrado al venir..." - En ese momento entraba en el WC Amika y Aishane que venía de su infructuosa búsqueda en el lavabo de mujeres, Vincent tras no ver nada sospechoso en el exterior, también se incorporó a los demás y escucho atento el relato del Ravnos.
"(...)...debe haberlo pasado muy mal. No ha dicho gran cosa, ni siquiera me ha sabido decir quién era ni que le había pasado. Solo dice incoherencias, sobre voces en su cabeza, y oscuridad....parece tener un inusitado miedo a la oscuridad..." - En ese momento, un sudor frío pasó por la nuca de todos los vampiros de la habitación, pues sabían lo que ello podía significar...Wirth arqueó la ceja y atendió ahora más atento a las explicaciones... "...Por suerte lo único que tenía encima la pobre muchacha era su DNI: al parecer se llama Marta y aquí pone su dirección ...Aribau 64 (...) Me quedaría mucho más tranquilo si la pudieses acompañar hasta su casa, después siempre podéis venir aquí y seguir con la fiesta...."
No les costó mucho aceptar la proposición que les había hecho Salva, en principio no parecía excesivamente difícil: coger la furgoneta y dejarla en su casa...tal cual...Pero tras esto, muchos del grupo vieron que los miedos que revelaba la atemorizada Marta concordaban sospechosamente con un misterioso poder vampírico que permitía dominar la oscuridad y las sombras....y curiosamente este poder (técnicamente llamado OBTENEBRACION...NO obPENEbracion...) está en manos exclusivamente de un siniestro clan del Sabbat: los LaSombra. (El clan Lasombra, es el mismo clan del que es el archienemigo de Wirth que al parecer se refugiaba ahora en Barcelona)...
Acompañaron a Marta afuera a la furgoneta; a la tullida y trastocada humana (que no hablaba más que palabras sueltas sobre voces y sombras que se dirigían hacia ella) le costaba andar sobre sus descalzos y ensangrentados pies, además que sus piernas en vago hacían más antinatural su marcha (véase cualquier película de George Romero para hacerse a la idea de como caminaba Marta)....La sentaron en la parte trasera de la furgoneta y Wirth se puso al volante. Más empezar el viaje, Marta empezó a ponerse más y más nerviosa, cada vez decía más a menudo "que las sombras le perseguían y su voz me hacia hacer cosas raras...". Como es lógico esto también incomodaba a los vampiros. Pronto se dieron cuenta que por las calles por las que pasaban, las faroles se iban apagando o bien quedaban intermitentes...poco a poco la oscuridad se iba cerniendo sobre la furgoneta. Marta cada vez estaba más nerviosa y se balanceaba sobre su cuerpo más rápido, sus labios temblaban, sus heridas empezaron a volver a brotar sangre....su cara se empapaba de un sudor frío, y entre sus piernas empezaba a brotar sangre...hasta que en un movimiento rápido se metió su mano derecha en su vagina y sacó de allí una pistola totalmente ensangrentada (y llena de vete a saber que), se la llevó a la boca y disparó....En aquel momento Marta consiguió al fin descansar para siempre.
El grupo se asustó y quedó atónito ante lo que habían visto...apenas se lo podían creer....tal era el miedo (y la locura) de Marta que le habían llevado a suicidarse en esas circunstancias...Wirth con el disparó también se asustó y tuvo que hacer una ágil maniobra para no perder el control de la furgoneta...Después paró en la acera y todos se quedaron mirando al cadáver que yacía al fondo de su furgoneta con un disparo en la cabeza, dejando el interior del vehículo totalmente ensangrentado. La escena era verdaderamente grotesco y lo que habian presenciado superaba bastante lo que su experiencia en la no-vida nocturna les había otorgado.
Muchas dudas asaltaron al grupo. ¿Qué harían ahora?¿Donde irían? Ante tal caos mental decidieron volver al local de Salva, quizás él les ayudase a tomar una decisión. Una vez allí, aparcaron frente al local y llamaron para que saliese fuera. Salva salió alarmado preguntando que había sucedido; Wirth le abrió la furgoneta y le enseñó el cadáver mientras los demás le relataban lo que había pasado."Lo primero es deshacerse del cadáver, ¿no?...después seria interesante visitar de todos modos su piso; no podemos obviar lo que ha pasado esta noche...parece un asunto muy feo..." sugirió el Ravnos. Vincent, Hans y los demás asintieron y cogieron el cadáver y lo metieron en un contenedor (donde previamente habían arrojado a la chusma a la que se habían enfrentado). Antes, pero, Vincent sin hacer ascos a las intimidades y secreciones de Marta, cogió el revolver con el que se había suicidado, lo limpió y se lo guardó; los demás vampiros , más aferrados al lado human de su existencia, vieron con ligera repulsión este acto del assamita. Aishane y su poder de las llamas terminarían el trabajo en el contenedor reduciendo a todos los cadáveres a poco más que cenizas. Los demás cogían material del local para poder limpiar el interior de la furgoneta, y tras unas buenas pasadas con la fregona y tapando el agujero que había hecho la bala ya estaban listos para continuar con la aventura. Pero solo unos pocos se atreverían a dar un paso hacia delante y dirigirse a lo desconocido; hacia nuevos misterios e intrigas por desvelar: Hans, Sashia, Vincent y Wirth entraron en la furgoneta y se dirigieron a una dirección - Aribau 64- un viaje que no olvidarían en mucho tiempo....