sábado, marzo 12, 2005

Barcelona Nocturno: "Entre Sombras" Sesión 2

Mientras Vincent sostenía la única pista obtenida hasta el momento, Aishane, Hans y Amika fueron a avisar a los demás. Entonces se formaron dos grupos; Wirth, Sashia y Vincent seguirian adelante, los demás tenían otros temas con los que ocuparse (llendose en la limusina conducida por Aishane). Pronto Wirth y Sashia se reunieron en el callejón donde estaba Vincent que intentaba seguir algun rastro. El rastro de sangre llevaba a las alcantarillas, pero una vez abajo no había rastro que seguir. Los laberínticos pasillos del subsuelo ofrecían demasiadas opciones de escapatoria al supuesto raptor (o quizás asesino). Momento memorable fue cuando astutamente Vincent sugirió que Sashia fuese la primera en volver a la superficie subiendo las escaleras...- tan solo recordad como era Sashia y como iba vestida... - y momento más tarde (mucho más tarde) Wirth se dio cuenta de porque Vincent había dicho aquello y dijo: "Ah!!!que era por eso"...brujah...
Una vez arriba solo tenían una pista que seguir, pero también se les ocurrió como úlitmo recurso visitar al príncipe y decirle lo que había pasado (a parte de tener la oportunidad de preguntar sobre lo curioso del segundo apellido de la humana). Pero les parecía más razonable visitar "El pequeño Bocado", al menos menos peligroso...

5 comentarios:

Feinstone dijo...

Tardaron poco en llegar al Born con la furgoneta, aunque lo que les costó más fue encontrar aparcamiento. Siguiendo la dirección de la nota llegaron ante la galería; un pequeño local con la persiana medio cerrada y con un cordón policial arrancado. ¿Qué había pasado ahí? y ¿qué relación tendría con el incidente del hotel X? La verdad parecía aguardarles allí dentro, aunque eso era lo que ellos creían. Tras aguzar los sentidos para ver antes de entrar de que nadie estuviese en la sala principal entraron con sigilo y revisaron la sala.
La sala estaba llena de esculturas y cuadros de temática japonesa (incluido un guerrero de Xian). Pero faltaba un cuadro, el cuadro marcado en el papel (nº10). Ninguna pista más encontraron allí, pero siguieron unas escaleras hacia abajo que llevaban a un pequeño cuarto. El portentoso oido de los vampiros les hizo percibir que habían dos personas dentro, uno llorando y otro consolandole. Era momento de entrar...aunque desarmado, claro está.
Allí estaban dos vampiros toreador, en medio de una especie de estudio lleno de lienzos inacabados y algunos en su caballete. Uno de los vampiros estaba arrodillado en el suelo, sollozando en los brazos del otro, quien le acariciaba la cabeza. Iban vestidos como la "moda toreador" requería en el momento; pantalones ajustados y camisa floreada ajustada también. Apenas estaban Vincent, Sashia y Wirth sobre ellos cuando se percataron de su presencia. Después del susto incial de los toreador, los tres se presentaron como unos interesados en una obra de su colección: casualmente la obra desaparecida... Los "artistas" explican que a principios de mes alguién entro en la galería de arte y se llevó precisamente ese cuadro, solo ese, el único de toda la exposición que era de uno de ellos (uno de los toreador quiero decir). "¿Quién podría estar interesado en robar ese cuadro?" Ante esta pregunta, los toreador no pueden evitar estremecerse, saben perfectamente quien querría hacer eso pero aún así les parece imposible ya que según dicen "Él nunca sale de su dominio...siempre nos ha querido molestar y hacernos la no-vida imposible". "Mortiis. Ese es su nombre. Se dice que es un vámpiro Nosferatu, aunque nadie lo ha visto cara a cara...sabemos donde encontrarlo pero el cuadro lo damos ya por perdido...habita en un escondite que está en el tunel del metro que comunica la parada de Urquinaona con la de Arc de Triomf..."
En esos momentos, los tres ya saben que tarde o temprano tendrán que ir a buscar a ese Mortiis para comprender que relación tiene con lo suyo, ya que los toreador no tenían ni idea de lo que había pasado en el hotel X. Antes de irse, Wirth rascándose el bolsillo se da cuenta de que solo lleva encima cincuenta miseros céntimos y lanza una última pregunta - ¿qué precio tendría el cuadro si lo recuperasen? - la respuesta: 3000 euros. Mucho dinero si, pero al resto del grupo eso no le atraía lo suficiente como para adentrarse en un refugio de un "Nosferatu" al que nadie había visto. Además, todo seguía sin encajar: ¿que tenía que ver el robo de un cuadro de un vámpiro y la desparición de una humana?

Feinstone dijo...

Quizás fuese el temor a "enfrentarse" con Mortiis (aunque ellos sabían que el encuentro era ineludible), pero fuese lo que fuese lo que les pasase por sus cabezas, tomaron una decisión: visitar al príncipe. Tal vez de esta manera, él echase algo de luz a los acontecimientos. Aparcaron la furgoneta al lado de la mansión del príncipe, y uno de los guardias de la puerta principal les recibió sorprendido "¿Como os atrevéis a venir? El señor Sesta está muy enfadado..." Una vez dentro, el príncipe (siempre escoltado) aguardaba en el comedor donde lo vieron la noche anterior. Pero esta vez el príncipe ya no tenía un rostro serio, estaba furioso, colérico, y al verlos rapidamente se dirigió hacia ellos y les gritó "¿Qué habéis hecho??!!!???" Los tres vampiros no se dejaron intimidar aunque si que retrocedieron ligeramente ante la embestida del príncipe.
Vincent, Wirth y Sashia intentaron apaciguarlo diciendole todo lo que había sucedido en el hotel y en la galería, ya que era obvio que Victor ya había sido informado de la desparición de Veronica. Cuando acabaron de contar lo sucedido, el príncipe no había cambiado ni un ápice la expresión de su rostro y rápidamente exclamó "Y porque yo tengo entendido de que un grupo de personas, que casualmente su descripción coincide con la de todos vosotros, entró en el hotel, ocasionó destrozos y luego despareció; y que además cuando el personal de seguridad del hotel X llegó a la habitación de la señorita Mas no encontró más que sangre!!!!" Entonces los personajes comprendieron que el enfado no solo era por la desaparición, sino también porque creía que los culpables eran ELLOS. Tras mucho discutir, al final lograron convencerlo (la palabra de un hassasyin suele tener mucho valor) de que lo que decían ellos era la verdad.
"¿Que papel juega ese tal Mortiis en todo esto?" - Mortiis es un informador, se gana la no-vida (o lo que sea) con eso, traficando con información. No creo que él haya hecho lo del hotel. No es un enemigo mío, tan solo no nos llevamos. Y en cuanto a lo del cuadro, desconozco que relación tiene con esto pero seguramente Mortiis sepa algo más.
"¿Quién puede estar interesado en hacer una cosa así? ¿Tiene enemigos?" - Como todo príncipe, uno tiene amigos, pero sobretodo enemigos. Pero si tuviese que resaltar alguno reciente sobretodo lo relacionaría con el movimiento revolucionario que está surgiendo entre los anarquistas Brujah de la ciudad. Si....puede que ellos hayan tenido algo que ver...su líder Bernard...aunque no sabría donde encontrarlo...
"¿Veronica Mas es pariente suyo? ¿Porque teníamos que hacer la misión?" - Ya os lo dije, motivos de la Camarilla, motivos que incluso yo desconozco (en este momento el príncipe esboza una falsa sonrisa estúpida), pero hay que obedecer pues son los que están en lo alto. En cuanto a la señorita Mas, SI, si es pariente mío, un pariente algo lejano, pero eso no cambia las cosas...
En ese momento, los personajes no habían aclarecido mucho las cosas; simplemente tenían a un posible culpable (Bernard y su movimiento revolucionario) y que de alguna manera Mortiis tenía que encajar en todo eso. Era ya hora de visitar al enigmático Mortiis, y ante el temor que eso ocasionaba le pidieron "apoyo logístico" al príncipe: cargadores para sus revólveres, un par de linternas, y un par de tragos de la reserva "especial". Ahora ya estaban listos, o todo lo listos que se podía estar, para entrar en el territorio del "Nosferatu".
"...en el túnel entre la parada de Urquinaona y Arc de Triomf..." las palabras del toreador de la galería de arte resonaban en su cabeza mientras se dirigían a la parada del metro. Una vez en la estación y justo antes de bajar las escaleras mecánicas que conducían al andén, un grito que provenía de abajo alertó a los Vástagos. Si ya estaban alerta por el lugar que iban a visitar, aquel grito terminó de poner a prueba sus nervios...aunque lo que se encontraron en el andén si que era para helar la sangre (literalmente)...aunque no adelantaré acontecimientos...
Apresuraron el paso bajando las escaleras de tres en tres escalones, y una vez abajo, instintivamente movieron la cabeza hacia la derecha; el olor era inconfundible, el olor de la vida...sangre... Justo en el extremo del andén había un grupo de cuatro personas, chicos y chicas, llorando y gritando desesperados y asustados, entorno a un enorme charco de sangre cuyo rastro parecía llevar al interior del túnel (curiosamente en dirección del supuesto refugio de Mortiis). Mientras Sashia i Wirth calmaban a parte del grupo, Vincent preguntaba que era lo que había sucedido. "Algo ha surgido del túnel y se ha llevado a nuestro amigo, era como un perro, NO, como un LOBO GIGANTE; se abalanzó sobre él y se lo llevó a rastras...Dios que miedo...". Era obvio que lo que menos les gustó oir a Vincent, Wirth y Sashia fue aquello de LOBO GIGANTE...¿un HOMBRE-LOBO? Era hora de sacar las linternas y enfrentarse por fin a lo que aguardaba dentro del tunel.

Feinstone dijo...

Los sentidos de los vampiros estaban más alerta que nunca. La oscuridad en aquel túnel parecía tener vida propia, pero ellos sabían que aquello era a causa del miedo que tenían (y que no se atrevían a hacer público). Una vez caminado ya un buen rato (a ellos se les parecía interminable), encontraron una pequeña obertura excavado en la pared derecha del túnel; era un tunel estrecho pero cabían sin problemas. Una vez dentro, se ensanchaba más el túnel y ya podían caminar derechos sin peligro de que su cabeza topase con la dura roca. Cada vez estaban más cerca, pero no sabían de que...lo único que sabían que por donde estaban caminando había pasado el "lobo": unas huellas enormes marcaban la dirección que tenían que seguir. Pronto entrarían en lo que parecía ser una "madriguera" donde se ocultaban decenas de perros salvajes, que poco a poco, se iban dirigiendo hacia ellos..."era extraño, normalmente los animales suelen huir de los vampiros"...este pensamiento inundó la mente de Wirth, Vincent y Sashia...había que acelerar el paso y llegar cuanto antes... No tardaron en dejar atrás a los perros salvajes y a lo lejos ya se podía ver lo que era la entrada a la camara principal, pero estaba custodiada por un lobo enorme, tan alto como un adulto normal, con unas garras del tamaño de un tórax humano. Al principio, el guardián ni se inmutó ante su llegada (realmente los que estaban más atemorizados eran los propios vampiros), pero de repente comenzó a moverse y se dirigió primero a Sashia para olfatearla. Sashia no pudo evitar balancerase del miedo y retroceder ligeramente...el siguiente era Vincent que también reaccionó del mismo modo...Wirth sin embargo ni se inmutó (eso no significa que no pasase miedo). Una vez terminó de olfatear al valeroso Brujah, se dirigió el enorme lobo al interior de la camara que custodiaba y se perdió en la oscuridad. Esa fue la última vez que vieron al lobo...aquella noche... El lugar donde entraron era una sala cerrada, de forma circular, toda excavada en la piedra, con techo altísimo, a penas perceptible. Todo estaba pobremente iluminado con unas pocas bombillas encencidas (y conectadas vete a saber donde) y todo estaba rodeado (excepto la entrada) de un enorme montículo de chatarra (cuya altura alcanzaba los 5-6metros) de todo tipo. Ya situados en el centro de la sala y escrutando en la oscuridad surgió una voz ronca y gutural de lo alto de los montículos de chatarra. Era Mortiis. Su voz, turbia y a la vez juguetona y sádica, rodeaba a los vampiros, no paraba de moverse. Eso era lo único que tenían de Mortiis, su voz. La voz inquirió sobre el motivo de la visita. "¿Que sabes de lo sucedido en el hotel X con Veronica Mas?" "¿Que tienes que ver con el cuadro robado en el Pequeño Bocado?" En resumidas cuentas, las respuestas iban encaminadas a lo mismo: el cuadro, era cierto que lo tenia él, pero no lo había robado, simplemente lo había pedido como pago por cierta información referente al hotel X que alguien había pedido. Mortiis afirmaba que aquel que le pidió información y robó el cuadro era el mismo que el del rapto/asesinato del hotel X; él sabía su nombre y donde localizarlo...pero esa información era demasiado valiosa para darla a la ligera. Exigía un pago: o bien le traían un niño de 5-7 años a sus dominios, o le traían al toreador autor del cuadro, o bien le gastaban una "buena broma" a este toreador, lo suficiente como para hacerle llorar (obviamente Mortiis exigía pruebas). Solo así ellos tendrían la información que querían...Se decantaron por la opción de humillar al toreador, para ello Mortiis les dio el cuadro robado por si aquello servía para sus propósitos...A Sashia, ver una obra de arte destrozada en el suelo de la cueva de un "Nosferatu" le pareció blasfemo, irritante para sus sentidos, perturbador.
Era hora de subir a la superfície y pensar que hacer. Gastarle una broma a un toreador es fácil, pero hacerlo con la gracia y el estilo que la situación era un reto incluso para el Malkavian más enloquecido.
Era hora de volver a la superficie.

Feinstone dijo...

La idea de gastarle una broma cruel no alegraba a Sashia, asi que dejó que los otros dos planeasen que iban a hacer exactamente. Lo único que tenían claro era que la manera de dejar constancia de la broma, para poder demostrarlo ante Mortiis era grabandolo con una video-cámara: Sashia tenía una en su apartamento y aunque no le gustaba para lo que iban a usarla se la ofreció. Cogieron la furgoneta y Wirth condujo hasta el apartamento de Sashia en la calle Avignon. El meterse por el túnel del metro y entrar por una estrecha abertura excavada en la roca era más de lo que cualquier Toreador podia soportar, y la Strip-Dancer no-muerta no era una excepción. Asi entonces, ya dentro de su apartamento se encerró (literalmente...no era cuestión de darle esperanzas a los mirones) en la ducha para quitarse todas las capas de polvo y suciedad que llevaba encima y se cambió su habitual atuendo por uno idéntico pero en negro. Mientras Sashia se duchaba, Vincent y Wirth habían estado rebuscando por su piso para hallar la video-camara...resulta curioso como la mente de los vampiros está tan atrofiada como para pensar que una videocamara puede estar en los cajones de la ropa interior...o no?...Ya una vez todos listos, Sashia les entregó la dichosa cámara.
De camino a "El pequeño Bocado", Wirth y Vincent discutían sobre lo que iban a hacer, sin embargo Sashia estaba en la parte trasera de la furgoneta con cara de indignación. Aparcaron al lado de la galería; Sashia se quedó fuera de la furgoneta sin llegar a entrar en el local (ayudarlos a hacer la cruel broma era una cosa pero verlo en directo ya era algo más serio), Vincent y Wirth entraron con el cuadro en la mano y la videocamara. Vincent se quedó en una esquina de la sala, con la videocamara enfocando al lugar donde Wirth estaba "recolocando" el cuadro robado. Los poderes que había aprendido Vincent en el Alamut para ocultarse en las sombras le ayudarían para no ser visto...Cuando Wirth ya colocó el destrozado lienzo sobre su sitio original, bajó a ver a los artistas. Al presentarse ante ellos y anunciar que el cuadro había sido recuperado, el vampiro que estaba en el suelo llorando rapidamente se levantó y salió corriendo para verlo. Pero el ver el cuadro destrozado hirió aún más el alma del Toreador y se quedó en el suelo, casi en posición fetal, llorando...un gran momento que se inmortalizaría gracias a la cámara que sostenía Vincent en sus manos. Ahora Wirth se encontraba a solas con el otro vástago, y Wirth no es uno de esos vampiros que se olvida de saquear a la victima antes de irse (....); exigió el pago de los 3000 euros y le pagaron. Después de esto, dejaron la galería y salieron Wirth y Vincent, fuera les esperaba una Sashia enfurecida, y se montaron en la furgoneta. Se repartieron el botín a partes iguales y fueron a ver a Mortiis.

Feinstone dijo...

Esta vez el túnel que accedía a la cámara del "Nosferatu" les parecía menos tenebroso (el efecto sorpresa de los perros salvajes y lobo ya se había perdido), pero si respetable. Le dieron a Mortiis la cinta y tras divertirse con lo que veía grabado, accedió a dar la información.
"Hace unas semanas vino hacia mi Bernard, el líder del movimiento que quiere acabar con el príncipe, preguntando porque habían tantos sicarios del príncipe vigilando el Hotel X. A cambio, yo le pedí el cuadro...bueno esa parte ya la sabéis...el caso es que yo le desvelé que una "protegida" de Victor iba a llegar a ese hotel; una pariente del príncipe, que Victor quería tenerla bien cerca en la ciudad, en realidad quería hacer que se quedase para siempre para poder vigilarla y tal...le habían ofrecido trabajo a la muchacha aquí y el príncipe quería que lo aceptase para poder estar aquí...cerca de él...A Bernard le pareció un objetivo suculento...una preferida del príncipe...era la oportunidad que quería para vengarse de los hermanos Brujah caídos bajo la mano justiciera de Sesta...." "...concluyendo...Bernard la secuestró os dire donde los podéis encontrar..existe un local de billares en Marina "Los Billares" creo que se llama; esa es su base de operaciones." "Ya tenéis todo lo que queríais...por cierto, ¿no os habéis preguntado porque el principito quería a su pariente cerca? ....bueno, a mi siempre me a parecido curioso como los Ventrue eligen entre su familia para ser abrazados y así seguir con su tradición familiar de ambición y poder..."
Al fin la trama se había desvelado por completo...o al menos eso parecía. Pronto iba a amanecer, cada uno fue a sus refugios, debían descansar ya que la noche siguiente iba a ser la Gran Noche. El punto de encuentro sería el apartamento de Sashia. Cuando la noche volvió a oscurecer la ciudad, volvieron a reunirse los tres, y con la furgoneta se dirigieron a "Los Billares". Antes, Vincent había llamado a Victor Sesta para darle las últimas noticias, él les dijo que enviaría gente pronto a ayudar, pero que fuesen entrando. Por fuera, el local aparentaba ser un pequeño antro atestado de gente, y a su puerta se amontonaban aparcadas las motos..."Esto va a ser divertido" pensaba Vincent mientras había la puerta del local y descubría que estaba hasta los topes. La música estaba altísima, pero todo y eso no se escuchaba ya que los gritos de la gente que revoloteaba sobre las mesas de billar silenciaban los altavoces. Se dirigieron hacia la barra para interrogar al barman. Era humano, y parecía asustado (aunque a veces sus ojos se movían en ráfagas para apreciar el impresionante escote de Sashia), y les contó que Bernard y los suyos se ocultaban abajo en el local, pero que él no tenía nada que ver. Si querían algo tenían que hablar con el gorila que custodiaba celosamente una puerta del almacén del bar. Rapidamente comprendieron que tras esa puerta llegarían a Bernard y por tanto también a Veronica.
Sashia se dirigió en solitario ante el guardián de la puerta, Wirth y Vincent permanecían cerca y alerta. Ella sensualmente se apoyó sobre él y le dijo que si no podría ella pasar por la puerta, que a cambio ella le ofrecía un beso y...bueno..quién sabe! Pero esas tretas no hacían mella en la "aparente" heterosexualidad de él: "Preferiría besar a un perro antes que besarte!!!!". En ese momento Wirth se pone al lado de Sashia y dice: "Pues Conozco un hombre que tiene muchos perros!!!" (...si Mortiis levantase la cabeza...). Vincent intentó amenazarle para que dejase su puesto de guardia sin conseguirlo. Wirth al final consiguió convencerlo de que les dejasen pasar.
Lo habían conseguido, entraron dentro del almacén y vieron que aquello era....un pequeño almacén!!! Pero encontraron lo que parecía una abertura a un piso inferior...la hora se aproximaba, pronto llegarían al final...Mientras, una limusina aparcaba enfrente del local: los refuerzos habían llegado.